Si el gobierno y las FFAA actuales no quieren reconocer el brillante triunfo que obtuvieron hace 50 años, no debe preocuparlos, porque si lo hicieran, este se vería minimizado por la conducta sinuosa demostrada en los últimos años de gobierno. Más vale el reconocimiento de una sociedad patriota con hijos que aman la libertad y la democracia que de un gobierno donde prima el odio y el resentimiento, alineado con los asesinos invasores de 1967 que ahora disfrazados de democracia intentan resurgir.
En representación de los conductores de la contra guerrilla va para ustedes valerosos soldados ex combatientes nuestro reconocimiento y admiración por su sacrificada labor en defensa de la patria y de la sociedad.